4 razones para tener en cuenta el trabajo de movilidad

El tra­ba­jo de movi­li­dad es tan impor­tan­te como el tra­ba­jo de fuer­za cuan­do se tra­ta de mejo­rar tu ren­di­mien­to y pre­ve­nir lesio­nes. La movi­li­dad y la esta­bi­li­dad no son solo pala­bras de moda sino que son la base de un cuer­po fun­cio­nal. Si bien los depor­tis­ta han inte­rio­ri­za­do el tra­ba­jo de fuer­za como una pie­za fun­da­men­tal de su entre­na­mien­to, toda­vía no son ple­na­men­te cons­cien­tes de la impor­tan­cia de la movi­li­dad.

Los movi­mien­tos repe­ti­ti­vos del cuer­po al rea­li­zar ejer­ci­cios cícli­cos (nadar, peda­lear, correr) pue­den con­du­cir a una mecá­ni­ca defi­cien­te, lo que resul­ta en una efi­cien­cia com­pro­me­ti­da y posi­bles lesiones.

Definición de movilidad y estabilidad

La movi­li­dad es la capa­ci­dad de mover una arti­cu­la­ción a tra­vés de su ran­go de movi­mien­to ana­tó­mi­co y dis­po­ni­ble com­ple­to para pro­du­cir el movi­mien­to desea­do. La esta­bi­li­dad es la capa­ci­dad de la cade­na ciné­ti­ca (es decir, los sis­te­mas ner­vio­so, esque­lé­ti­co y mus­cu­lar) para esta­bi­li­zar una arti­cu­la­ción duran­te el movi­mien­to. En pocas pala­bras, la movi­li­dad es la capa­ci­dad de pro­du­cir un movi­mien­to desea­do, mien­tras que la esta­bi­li­dad es la capa­ci­dad de resis­tir un movi­mien­to no desea­do.

Aquí tie­nes 4 razo­nes por las que la movi­li­dad es impor­tan­te para un deportista

Tus articulaciones están diseñadas para moverse en conjunto

Tu cuer­po se com­po­ne de una serie de arti­cu­la­cio­nes, y cada arti­cu­la­ción tie­ne una fun­ción alter­na entre movi­li­dad y esta­bi­li­dad a medi­da que te mue­ves. La fun­ción de cada arti­cu­la­ción dic­ta la capa­ci­dad del cuer­po para rea­li­zar el movi­mien­to. En esta tabla pue­des ver como cada arti­cu­la­ción tie­ne una necesidad 

Arti­cu­la­ción	Nece­si­dad
Tobi­llo	Movi­li­dad
Rodi­lla	Esta­bi­li­dad
Cade­ra	Movi­li­dad
Lum­ba­res	Esta­bi­li­dad
Colum­na	Movi­li­dad
Hom­bros	Esta­bi­li­dad

Una buena movilidad garantiza una buena postura en el gimnasio

Tener un ran­go com­ple­to de movi­mien­to (movi­li­dad) para rea­li­zar sen­ta­di­llas, peso muer­to, pren­sa, etc. te per­mi­te una eje­cu­ción ade­cua­da y los resul­ta­dos desea­dos. Sin una bue­na movi­li­dad, tu téc­ni­ca se verá com­pro­me­ti­da, lo que pro­vo­ca­rá meno­res ganan­cias y posi­bles lesio­nes. Si la movi­li­dad se ve com­pro­me­ti­da, las arti­cu­la­cio­nes com­pen­sa­rán toda la cade­na, for­zan­do un movi­mien­to menos esta­ble y una mayor ines­ta­bi­li­dad.

La movilidad aumenta la eficiencia y disminuye las lesiones

Un movi­mien­to repe­ti­ti­vo cons­tan­te (como nadar, peda­lear o correr) crea ten­sio­nes mus­cu­la­res y des­equi­li­brios pos­tu­ra­les que even­tual­men­te se tra­du­cen en una mecá­ni­ca inefi­cien­te. Segu­ro que has vis­to más de una vez a un nada­dor con poca movi­li­dad en el hom­bro que mue­ve el bra­zo late­ral­men­te fue­ra del agua; un ciclis­ta con las cade­ras rígi­das que obli­gan a su rodi­lla a des­ali­near­se; o un corre­dor que no pue­de levan­tar correc­ta­men­te las rodi­llas cuan­do está fati­ga­do. Estos ejem­plos no son el resul­ta­do de lar­gas horas de entre­na­mien­to, sino más bien el resul­ta­do de lar­gas horas de entre­na­mien­to con movi­li­dad inade­cua­da. La bue­na noti­cia es que la pos­tu­ra se pue­de corre­gir con movi­li­dad y con tra­ba­jo de fuer­za.

Rutina de movilidad de 10 minutos

A con­ti­nua­ción tie­nes algu­nos ejem­plos de movi­mien­tos de movi­li­dad para cada arti­cu­la­ción móvil, con sus corres­pon­dien­tes vídeos. Ejer­ci­ta estas arti­cu­la­cio­nes duran­te la fase de calen­ta­mien­to del entre­na­mien­to y al fina­li­zar una sesión de fuer­za en el gim­na­sio. Tobi­llos Cade­ras Colum­na Hom­bros

La movilidad se aprovecha el día de tu carrera

La mayo­ría de los pro­gra­mas de entre­na­mien­to de resis­ten­cia incor­po­ran sesio­nes de fuer­za en sus pla­nes sema­na­les, pero para bene­fi­ciar­te de todas las horas dedi­ca­das al entre­na­mien­to, tam­bién debes con­si­de­rar seria­men­te el tra­ba­jo de movi­li­dad.

El entre­na­mien­to de fuer­za y el ran­go de movi­mien­to se com­ple­men­tan entre sí para hacer que los depor­tis­tas sean más efi­cien­tes, más rápi­dos, más fuer­tes y menos pro­pen­sos a sufrir lesio­nes, ase­gu­ran­do la sos­te­ni­bi­li­dad y la velo­ci­dad para el mejor ren­di­mien­to del día de la carrera.