Cómo simular la natación en aguas abiertas en la piscina

La nata­ción en aguas abier­tas pue­de ser un reto para los triatle­tas prin­ci­pian­tes debi­do a las con­di­cio­nes diná­mi­cas, como no ver el fon­do o inclu­so la mano delan­te de la cara, o el vien­to que pue­de pro­vo­car una can­ti­dad impor­tan­te de olea­je para nadar.

Lo mejor es fami­lia­ri­zar­se con las con­di­cio­nes de las aguas abier­tas antes de la carre­ra, ya que es pro­ba­ble que expe­ri­men­tes muchos gol­pes y con­tac­to físi­co con otros nada­do­res. La mejor for­ma de pre­pa­rar­te para ello es simu­lar una expe­rien­cia en aguas abier­tas en la piscina.

Aquí tie­nes tres ejer­ci­cios que pue­des usar en tu prác­ti­ca sema­nal en la pis­ci­na y que pue­den inte­grar­se fácil­men­te en tu calen­ta­mien­to o blo­que principal.

Nada con los ojos cerrados

Esto ayu­da­rá a tus habi­li­da­des gene­ra­les de aguas abier­tas y te acos­tum­bra­rá a nadar en total oscu­ri­dad. Esto tam­bién pue­de ayu­dar­te si tien­des a ir a la deri­va pero no te das cuen­ta. Mien­tras nadas con los ojos cerra­dos, pres­ta aten­ción a si vas a la deri­va y, si es así, en qué direc­ción. Si eres pro­pen­so a des­viar­te, esto podría sig­ni­fi­car que tie­nes una bra­za­da o pata­da desigual.

Tra­ba­ja en esto duran­te el entre­na­mien­to para no estar corri­gien­do cons­tan­te­men­te tu direc­ción en aguas abier­tas, lo que obvia­men­te requie­re un esfuer­zo inne­ce­sa­rio y cues­ta tiempo.

Pue­des com­pro­bar si los des­víos se deben a tu bra­za­da o pata­da nadan­do con una boya de arras­tre. ¿Tus bra­zos cru­zan la línea media? ¿Tien­des a dar una pata­da de tije­ra cuan­do res­pi­ras? Estas son posi­bles cau­sas de la deri­va que se pue­den corre­gir con la prác­ti­ca intencionada.

Practica la puntería

Sen­tir­se cómo­do con la visión es vital en las aguas abier­tas. Nece­si­tas ser efi­cien­te en el avis­ta­mien­to de dife­ren­tes obje­tos, ángu­los y direc­cio­nes, inclu­so obje­tos que son difí­ci­les de ver.

Exis­te un gran ejer­ci­cio que te ayu­da­rá a sen­tir­te cómo­do con el avis­ta­mien­to. El ejer­ci­cio de Tar­zán es lo mis­mo que el ejer­ci­cio de nata­ción con la cabe­za o el ejer­ci­cio de nata­ción de water­po­lo. No se reco­mien­da muchos metros de rea­li­za­ción de este ejer­ci­cio al prin­ci­pio, ya que es bas­tan­te exigente.

En un entorno de aguas abier­tas duran­te un nado lar­go, ten­drás que ver con bas­tan­te fre­cuen­cia y nece­si­ta­rás la fuer­za físi­ca para hacer­lo. Cada vez que subas la mira­da tus cade­ras se hun­di­rán, aña­dien­do más resis­ten­cia a tú nado. Los ejer­ci­cios de Tar­zán for­ta­le­cen los múscu­los del tra­pe­cio, lo que es impor­tan­te para el avis­ta­mien­to fre­cuen­te en aguas abier­tas, pero como es un ejer­ci­cio muy exi­gen­te, sola­men­te debe­ría incor­po­rar­se en incre­men­tos cor­tos, de 1 o 2 pis­ci­nas. Ten en cuen­ta estos valio­sos con­se­jos antes de inten­tar este ejercicio:

• Man­tén la cabe­za por enci­ma del agua y no gires la cabe­za de lado a lado cuan­do nades como Tarzán.
• Patea un poco más rápi­do de lo nor­mal para man­te­ner tus cade­ras ele­va­das o tus cade­ras se hun­di­rán realmente.
• Inten­ta man­te­ner tu rota­ción nor­mal mien­tras rea­li­zas este ejercicio.

Este ejer­ci­cio tam­bién te ayu­da­rá con la entra­da de la bra­za­da, ya que ten­drás una mejor idea de dón­de y cómo tus manos tien­den a entrar en el agua. Ade­más del ejer­ci­cio de Tar­zán, pue­des prac­ti­car la visión de varios obje­tos alre­de­dor de la pis­ci­na – cosas como la bote­lla de agua de tu ami­go en el carril de al lado, el soco­rris­ta, el cro­nó­me­tro de la pared o el gru­po de nata­ción que entre­nan dos carri­les más lejos. Lo que sea que te funcione.

Ade­más, pue­des aña­dir la prác­ti­ca de la nata­ción con las gafas lle­nas de agua. Nun­ca se sabe cuán­do habrá una fuga de agua en las gafas, siem­pre nos pode­mos lle­var un gol­pe ines­pe­ra­do y que se nos des­co­lo­quen las gafas.

Acostúmbrate al contacto físico

En un triatlón, el seg­men­to de nata­ción es la par­te más des­alen­ta­do­ra para muchos triatle­tas, ya que hay mucho con­tac­to físi­co. El hecho es que algu­nos triatle­tas no nadan con deli­ca­de­za o ama­bi­li­dad, sea su inten­ción o no. Todo lo que pue­des hacer es estar tan pre­pa­ra­do como pue­das para estas situa­cio­nes tra­ba­jan­do para estar cómo­do y rela­ja­do con el con­tac­to físico.

Si tie­nes un ami­go nadan­do con­ti­go, píde­le que te dé un coda­zo y te toque los pies. Esto te ayu­da­rá a sen­tir­te ”cómo­do” con el con­tac­to físi­co mien­tras nadas. La mayo­ría de los triatle­tas tien­den a dar pata­das agre­si­vas más fuer­tes cuan­do sien­ten que alguien les toca los pies – esto no es lo que quie­res hacer. Nadar rela­ja­do es nadar rápi­do. Patear más fuer­te no te va a ayu­dar a sacar a un com­pe­ti­dor de tus pies, y no te va a sacar del agua más rápido.

No hay nada que sus­ti­tu­ya a la prác­ti­ca en una masa de agua abier­ta para acli­ma­tar­se a la nata­ción en aguas abier­tas. Sin embar­go, estos ejer­ci­cios de pis­ci­na pue­den ayu­dar­te a simu­lar las con­di­cio­nes de la nata­ción en aguas abier­tas para que estés mejor pre­pa­ra­do para el día de la carrera.