Después de muchos años de entrenamientos, hay deportistas que creen haber visto o cometido los diferentes errores posibles a la hora de entrenar para carreras a pie largas.
Aunque algunos de estos errores parezcan obvios en retrospectiva, cuando estás entrenando duro para conseguir un gran objetivo, a veces pierdes la perspectiva y tomas decisiones cuestionables.
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Sobreentrenamiento
Elige un plan que funcione para ti y cíñete a él. Las redes sociales tienen muchas influencias positivas y motivadoras, pero no cuando se trata de entrenar para muchos kilómetros de carrera. No caigas en la trampa de ver lo que otro atleta está haciendo para el kilometraje y pienses que deberías hacer lo mismo. Ten fe en tu plan y hazlo cada semana de la forma en que fue trazado para que puedas evitar lesiones. Llegar a la línea de salida es el primer objetivo.
Cada corredor es diferente y no sabrás cuánto kilometraje es asequible para ti. Escucha a tu cuerpo y conócete lo suficiente como para darte cuenta de cuándo estás haciendo demasiado.
Un corredor puede lograr un PR (récord personal) en carreras largas con más entrenamiento semanal o lo puede conseguir con menos, cada cuerpo es un mundo y nos debemos adaptar. Haz algunos experimentos para averiguar cuál es tu umbral de alto kilometraje y luego mantente en él.
Los signos más comunes de sobreentrenamiento son el agotamiento, la pérdida de control de las emociones, las lesiones, la ralentización del ritmo y la imposibilidad de elevar la frecuencia cardíaca. Si experimentas alguno de estos síntomas durante más de tres días, tómate hasta tres días de descanso. Te sorprenderá lo bien que te sientes cuando vuelvas a correr bien descansado, incluso irás más rápido después de unos días de enfriamiento.
Olvidar probar la ropa y las zapatillas de correr
Si nunca has corrido la distancia de medio maratón o de una maratón completa, es importante saber cuándo debes comprar unas zapatillas nuevas. La mayoría de las directrices indican que entre 700 y 1000 kilómetros es el umbral de desgaste, pero algunos corredores necesitan renovarlas más a menudo.
Asegúrate de que tienes el par de zapatillas correctas para tus pies y tu forma, preferiblemente haciéndote un análisis de la manera de correr, y luego cámbialas si es necesario unas semanas antes del día de tu carrera. Muchas de las tiendas especializadas en correr ofrecen un análisis gratuito de la marcha y luego pueden recomendar el calzado correcto para tu cuerpo.
Los corredores de maratón, y algunos de media maratón, deben preocuparse por las rozaduras. Selecciona una prenda que puedas llevar el día de la carrera comprobando el tiempo con antelación y póntela al menos una vez en una carrera larga de entrenamiento. Debes asegurarte de que es cómoda y, si hay algún punto de rozamiento, puedes aplicar generosamente una crema protectora (como vaselina) antes de la salida de la carrera.
No hacer que tus días sean fáciles
Una de las cosas más difíciles de hacer es que los días fáciles sean realmente fáciles.
¿Sabías que algunos corredores de élite corren hasta el 80% de sus carreras de entrenamiento a un ritmo fácil? Se necesita mucho valor para correr despacio.
Ten la suficiente confianza en tu entrenamiento como para correr despacio cuando tu plan de entrenamiento lo requiera. Tu cuerpo y tu mente necesitan un descanso del esfuerzo y, cuando corres despacio y dejas que la recuperación sea activa, puedes realizar tus carreras duras y largas de forma mucho más eficiente, a la vez que aumentas tu base de entrenamiento. Poco a poco, esos ritmos de carrera fácil aumentarán para que puedas correr más rápido con menos esfuerzo.
Olvidar el ritmo adecuado
Todos hemos sido culpables de poner el pie en la línea de salida y salir demasiado rápido, pensando que de alguna manera podemos mantener un ritmo que nunca hemos tenido en nuestro entrenamiento.
Sueños grandiosos de PRs inalcanzables pueden cultivarse en los primeros kilómetros de una carrera larga y convertirse en pesadillas a mitad de carrera o antes. Se entrena a un determinado ritmo de carrera y de tempo por una razón.
Tú y tu cuerpo debéis saber exactamente a qué ritmo queréis correr el día de la carrera. Debe ser practicado en el entrenamiento y luego ejecutado el día de la carrera.
Cambiar la nutrición y la hidratación
Prueba tu plan de hidratación y alimentación al principio y con frecuencia en tu preparación para la carrera. Si practicas tu alimentación y bebida del día de tu objetivo durante tus carreras de entrenamiento, tu cuerpo y tu mente se acostumbrarán a ingerir los alimentos, geles y bebidas específicos que le des.
Una vez que encuentres los alimentos y bebidas que te funcionan, utilízalos durante todo tu entrenamiento y no te desvíes del plan el día de la carrera. Puede que te sientas tentado en la exposición o en la propia carrera a probar algo nuevo, pero recuerda la regla de oro:
El día de la prueba no se prueba.