Hay muchos mantras, historias, mitos y leyendas sobre no rendirse; de esto están hechos los héroes. Te metes en una situación difícil y te esfuerzas, sufres, luchas, perseveras y finalmente ganas. Cruzas la línea de meta, subes a la cima, o consigues la medalla, y te conviertes en un modelo para niños y adultos de todo el mundo, para las generaciones venideras.
Sin embargo, ser un superhombre o una supermujer no significa ser un optimista desesperado. A veces, ser un héroe significa ser brutalmente honesto con uno mismo y super realista sobre las posibilidades de continuar, terminar, hacer cima o incluso sobrevivir (esperemos que nadie llegue a ese punto).
Hace falta valor para decir ”tengo que parar” y dar la vuelta.
¿Cuáles son los beneficios de abandonar una carrera?
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No hay (más) autodestrucción
Competir en una prueba de ultraresistencia o de resistencia es una experiencia extrema, y siempre es ponerse al límite. Eso significa que cuando las cosas van mal (y puede pasar a pesar de nuestros mejores esfuerzos) puedes enfrentarte a algunas decisiones difíciles. A veces se puede empujar a través de un punto bajo, pero a veces hay que tener en cuenta la salud, ser valiente y parar.
Tu salud y tu vida deben ser tu máxima prioridad. Es estupendo explorar tus límites (lo mejor es hacerlo en los entrenamientos) y definir las líneas que no debes cruzar, pero hay una diferencia entre aprovechar tu fuerza mental y emocional para superar los puntos bajos y cruzar esa línea poniendo en riesgo tu salud. Si corres de forma inteligente y escuchas a tu cuerpo, sabrás la diferencia y te mantendrás sano.
El aprendizaje es más profundo
Tu nivel de depresión y el número de lágrimas después de un DNF puede ser mayor que después de una gran carrera, pero no importa lo mucho que duela en el momento, saldrás más fuerte del otro lado. Una mala carrera es un gran impulso para explorar por qué te ha pasado. Reflexionarás en profundidad sobre los factores clave que han provocado el suceso y se harán evidentes las cosas que tienes que cambiar.
¿Qué pasa con un DNS o DFL?
Ahora que hemos abordado nuestros miedos a la eliminación de la carrera, ¿qué pasa con un DNS (no llegar a comenzar), o con terminar DFL (en último lugar)? Este es un debate en curso, en el que cada uno puede situarse en cada postura.
El hecho es que, en algunas carreras, ser el último en cruzar la línea de meta se celebra. Si terminas un Ironman justo antes del corte de tiempo, te saludan los ganadores y a veces incluso encenderán fuegos artificiales detrás de ti. En un maratón olímpico, que normalmente termina con la vuelta al estadio olímpico, el último corredor es ovacionado, y la ”lanterne rouge” (la linterna roja) en el Tour de Francia es un honor histórico.
Llegar a la meta demuestra determinación, y alguien siempre tiene que ser el último. Si resulta que eres tú en un día determinado, intenta centrarte en lo positivo y sacar las lecciones que puedas aprender del día y de la competición.
En cuanto a un DNS (es decir, no empezar), bueno, dicen que ”lo más importante en la vida es presentarse”. Sin embargo, cuando se trata de presentarse, se trata de calidad por encima de cantidad; siempre debes intentar presentarte preparado, motivado y con ganas de ganar.
Si no estás preparado y no estás motivado para dar lo mejor de ti mismo (o peor, si estás enfermo o tu familia te necesita) es mejor que te quedes en casa.
Esta llamada requiere un razonamiento sólido, un pensamiento realista y poner las cosas en perspectiva. Habrá otra carrera y puedes conseguir el dorsal para ella, pero no puedes comprar la salud.
No tener éxito, no estar a la altura de las circunstancias o llegar a la meta puede ser doloroso, no hay duda, pero también tiene sus ventajas. Estos beneficios no suelen ser obvios en el momento, pero saldrán a la luz después de un tiempo de reflexión. Mantén tu salud, una mente abierta y descubrirás que la mayoría de los retos de la vida acaban por determinar tu rendimiento.