Cómo saber si necesitas un entrenador de triatlón

Te has pro­pues­to mejo­rar tu ren­di­mien­to y hacer de esta tu mejor tem­po­ra­da. Para hacer esto, con­si­de­ras con­tra­tar un entre­na­dor de triatlón. ¿Real­men­te tie­nes el per­fil de un depor­tis­ta que quie­re tener un entrenador?

Es una con­si­de­ra­ción impor­tan­te, por­que un entre­na­dor efi­caz pue­de brin­dar­te tres beneficios:

• Cono­ci­mien­to
• Obje­ti­vi­dad
• Ins­pi­ra­ción

Los entre­na­do­res expe­ri­men­ta­dos en triatlón tie­nen una enor­me can­ti­dad de cono­ci­mien­to. Esto pue­de ser útil por­que el triatlón es un depor­te com­ple­jo. Hay muchas varia­bles que afec­tan tu éxi­to, inclui­da la téc­ni­ca de nata­ción, la bici­cle­ta en sí, tu efi­cien­cia de carre­ra, el régi­men de entre­na­mien­to duran­te todo el año o la dieta.

Un buen entre­na­dor pue­de ser muy útil cuan­do se tra­ta de desa­rro­llar un plan de entre­na­mien­to, mejo­rar tus habi­li­da­des y lidiar con pro­ble­mas como los picos de rendimiento.

La obje­ti­vi­dad es otro bene­fi­cio. Pue­de diag­nos­ti­car obje­ti­va­men­te pro­ble­mas que están afec­tan­do tu desem­pe­ño. Por ejem­plo, si tie­nes pro­ble­mas duran­te la tem­po­ra­da, pue­des tener difi­cul­ta­des para deter­mi­nar la cau­sa del pro­ble­ma, pero podría ser evi­den­te para tu entrenador.

Un entre­na­dor pue­de detec­tar que no estás des­can­san­do lo sufi­cien­te o pue­de reco­no­cer la nece­si­dad de una modi­fi­ca­ción de la die­ta. Inclu­so más común­men­te, tu entre­na­dor pue­de seña­lar que tus expec­ta­ti­vas no son rea­lis­tas para tu eta­pa actual de desarrollo.

Con sus pers­pec­ti­vas impar­cia­les, los entre­na­do­res a menu­do pue­den dis­cer­nir pro­ble­mas que los atle­tas pasan por alto.

En ter­cer lugar, los entre­na­do­res pue­den ser una gran fuen­te de ins­pi­ra­ción. Nun­ca sub­es­ti­mes el enor­me bene­fi­cio psi­co­ló­gi­co que te pue­de pro­por­cio­nar. No impor­ta cuán dedi­ca­do y com­pro­me­ti­do estés, tar­de o tem­prano nece­si­ta­rás algo de inspiración.

El triatlón es un depor­te muy difí­cil y exis­ten nume­ro­sos obs­tácu­los que todo depor­tis­ta debe enfren­tar. Estos inclu­yen lesio­nes, enfer­me­da­des, entre­na­mien­to difí­cil y con­di­cio­nes de carre­ra, incer­ti­dum­bre y fal­ta de con­fian­za, espe­cial­men­te cuan­do las cosas no van bien.

Un entre­na­dor pue­de ayu­dar­te a moti­var­te duran­te estos tiem­pos difí­ci­les. Pue­de ser una fuen­te de for­ta­le­za, un hom­bro para llo­rar, una caja de reso­nan­cia y un ami­go. Un entre­na­dor tam­bién te hará ser res­pon­sa­ble. Pue­des creer­te las excu­sas que te pasan por la cabe­za, pero él no lo hará.

Si bien un entre­na­dor pue­de ayu­dar­te a mejo­rar tu ren­di­mien­to en triatlón, el entre­na­mien­to no es para todos. Por una varie­dad de razo­nes, algu­nas per­so­nas pros­pe­ran en una rela­ción de entre­na­mien­to mien­tras que otras sufren. Antes de con­tra­tar un entre­na­dor, res­pon­de estas pre­gun­tas y sé sin­ce­ro con­ti­go mismo:

¿Actualmente estoy mejorando como deportista?

Si mues­tras una mejo­ra con­ti­nua como atle­ta auto­di­ri­gi­do, con­ti­nua con el buen tra­ba­jo. Está cla­ro que estás dan­do los pasos ade­cua­dos con tu entre­na­mien­to. Mien­tras que un entre­na­dor pue­de aumen­tar tu ren­di­mien­to aún más, sigue con lo que estás hacien­do, a menos que lle­gues a un pun­to en el que sim­ple­men­te no pue­das mejo­rar por ti mis­mo. Este será un buen momen­to para con­tra­tar un entrenador.

¿Estoy comprometido a mejorar mi rendimiento?

Todos quie­ren correr y correr más rápi­do, pero ¿están dis­pues­tos y pue­den hacer los sacri­fi­cios nece­sa­rios para que esto suceda?

¿Te com­pro­me­te­rás con un régi­men de entre­na­mien­to perio­di­za­do que requie­ra dife­ren­tes tipos de entre­na­mien­to duran­te todo el año? ¿Estás moti­va­do para maxi­mi­zar tu ren­di­mien­to y a reco­rrer un camino poten­cial­men­te ines­pe­ra­do para lle­gar allí?

¿Tengo tiempo?

El triatlón es un depor­te muy exi­gen­te que requie­re una can­ti­dad sig­ni­fi­ca­ti­va de tiem­po para maxi­mi­zar tu potencial.

La mayo­ría de los triatle­tas tie­nen que hacer mala­ba­ris­mos con el entre­na­mien­to y las carre­ras con res­pon­sa­bi­li­da­des labo­ra­les y fami­lia­res. Este pue­de ser un acto de mala­ba­ris­mo muy difí­cil. Para obte­ner el mejor uso de un entre­na­dor, nece­si­ta­rás tener sufi­cien­te tiem­po, no solo para tu entre­na­mien­to, sino tam­bién para tus inter­ac­cio­nes con tu entrenador.

¿Tie­nes tiem­po, así como el apo­yo de fami­lia­res y ami­gos, para que esto suceda?

¿Estoy dispuesto a escuchar?

Esta podría ser la pre­gun­ta más impor­tan­te. ¿Vas a escu­char a tu entre­na­dor y seguir sus instrucciones?

Si bien una rela­ción de entre­na­mien­to efec­ti­va con­sis­te en una comu­ni­ca­ción bidi­rec­cio­nal don­de el entre­na­dor y el depor­tis­ta asu­men la res­pon­sa­bi­li­dad de crear el éxi­to, tu entre­na­dor ten­drá tareas espe­cí­fi­cas que quie­re que completes.

¿Vas a escu­char? ¿Lle­va­rás a cabo el plan de entre­na­mien­to según lo pres­cri­to? ¿Rea­li­za­rás los entre­na­mien­tos según lo indicado?

¿O te gus­ta bai­lar al rit­mo de tu pro­pia músi­ca? Si bien no hay nada de malo en seguir tu pro­pio camino, pue­de limi­tar la efec­ti­vi­dad de una rela­ción entrenador-deportista.