La importancia de la comunicación con tu entrenador

La fal­ta de comu­ni­ca­ción entre un triatle­ta y su entre­na­dor es pro­ba­ble­men­te la razón núme­ro uno por la que los triatle­tas no opti­mi­zan al máxi­mo su entrenamiento.

En un momen­to u otro de la tem­po­ra­da te has plan­tea­do un obje­ti­vo ambi­cio­so y has con­tra­ta­do a un entre­na­dor para ayu­dar­te a alcan­zar tus objetivos.

Para ase­gu­rar­te de obte­ner la mejor expe­rien­cia con tu entre­na­dor, hay algu­nas cosas impor­tan­tes que nece­si­tas cum­plir como triatleta.

Lo más impor­tan­te es tener una comu­ni­ca­ción cla­ra y con­sis­ten­te. Uti­li­za los siguien­tes con­se­jos para dar­le a tu entre­na­dor la infor­ma­ción ade­cua­da que necesita.

La comunicación es fundamental

Comu­ni­car­te con tu entre­na­dor pare­ce fácil, ¿ver­dad? Pero la ver­dad es que la fal­ta de comu­ni­ca­ción entre un triatle­ta y su entre­na­dor es pro­ba­ble­men­te la razón núme­ro uno por la que los triatle­tas no opti­mi­zan al máxi­mo su entrenamiento.

Antes de ini­ciar un plan de entre­na­mien­to, nor­mal­men­te habrá una pri­me­ra comu­ni­ca­ción con tu entre­na­dor. Este con­tac­to es la pri­me­ra y mejor opor­tu­ni­dad de esta­ble­cer algu­nas expec­ta­ti­vas en torno a lo que nece­si­tas como triatleta.

Esta pri­me­ra toma de con­tac­to es una opor­tu­ni­dad de comu­ni­car tus expec­ta­ti­vas, no sólo en torno al entre­na­mien­to, sino tam­bién a tus obje­ti­vos com­pe­ti­ti­vos y cual­quier limi­ta­ción a tu entre­na­mien­to como tu fami­lia, tra­ba­jo, lesio­nes, etc.

En el mun­do del triatlón, el entre­na­mien­to a dis­tan­cia es una situa­ción muy nor­ma­li­za­da, con lo que la ubi­ca­ción ya no es una limi­ta­ción. La mayor par­te de la inter­ac­ción entre los triatle­tas y sus entre­na­do­res se lle­va a cabo a tra­vés de correo elec­tró­ni­co, lla­ma­das tele­fó­ni­cas, men­sa­jes de tex­to y noti­fi­ca­cio­nes de las pla­ta­for­mas de con­trol del entrenamiento.

Debes lle­gar a un con­sen­so con tu entre­na­dor para esta­ble­cer la fre­cuen­cia y el méto­do de comunicación.

De lo con­tra­rio, él o ella pue­de asu­mir que todo te va bien y no tie­nes preguntas.

Registra tus entrenamientos

Quie­res saber si entre­nas sufi­cien­te­men­te duro, ¿ver­dad? En tal caso debes tener muy cla­ro lo impor­tan­te que es car­gar tus entre­na­mien­tos con fre­cuen­cia y hacer los comen­ta­rios per­ti­nen­tes a tu entre­na­dor para que pue­da analizarlos.

Esto le per­mi­te a tu entre­na­dor saber lo que estás hacien­do, cómo está res­pon­dien­do tu cuer­po a la car­ga de entre­na­mien­to, y cómo estás pro­gre­san­do a lo lar­go de la temporada.

Afor­tu­na­da­men­te, hoy en día muchos dis­po­si­ti­vos cuen­tan con opcio­nes de sin­cro­ni­za­ción automática.

Tam­bién es bueno regis­trar otras métri­cas como el peso, el sue­ño y la hidra­ta­ción. Todos estos datos dan a tu entre­na­dor una ima­gen más com­ple­ta de tu esta­do físico.

Al detec­tar unas cuan­tas noches dur­mien­do poco y con una hidra­ta­ción pobre, tu entre­na­dor podrá esta­ble­cer estra­te­gias com­ple­men­ta­rias a tu entrenamiento.

Hacer comentarios subjetivos

Ade­más de la car­ga de datos, es nece­sa­rio posi­bi­li­tar que tu entre­na­dor sepa cómo te sientes.

Pue­des com­ple­tar un entre­na­mien­to como esta­ba pre­vis­to, pero un comen­ta­rio como, ”…me he encon­tra­do muy bien…” es muy dife­ren­te de ”…me ha cos­ta­do man­te­ner el ritmo…”.

Per­mi­te que tu entre­na­dor sepa cómo ha ido la sesión y cómo te has sentido.

Estas obser­va­cio­nes per­mi­ten a tu entre­na­dor saber cómo te encuen­tras y hacer algu­nos ajus­tes en el caso de ser nece­sa­rio, como por ejem­plo el hora­rio de entrenamiento.

Los entrenamientos perdidos

Noti­fi­car a tu entre­na­dor que no has podi­do rea­li­zar una sesión de entre­na­mien­to, por cual­quier moti­vo, es una de las mayo­res cla­ves para con­se­guir el máxi­mo de tu entrenador.

En tu día a día pue­den suce­der varios hechos exter­nos que te lle­ven a per­der­te una sesión. Sin embar­go, si tu entre­na­dor no sabe por qué te has per­di­do una sesión, no podrá hacer los ajus­tes nece­sa­rios en tu rutina.

Si te has per­di­do una sesión debi­do a com­pro­mi­sos labo­ra­les o fami­lia­res, la mejor solu­ción es a menu­do sim­ple­men­te seguir adelante.

Sin embar­go, si estás enfer­man­do, o sien­tes que una peque­ña lesión se acer­ca, tu entre­na­dor ten­drá que reac­cio­nar fren­te a esta situación.

Celebra tus éxitos

Si tu entre­na­dor no pue­de asis­tir a tus carre­ras, ase­gú­ra­te de hacer­le saber cómo ha ido tu carre­ra. Una opción muy intere­san­te para cual­quier triatle­ta es escri­bir un infor­me de carre­ra para sus even­tos más importantes.

Es cier­to que redac­tar un infor­me de una carre­ra requie­re un cier­to tiem­po, pero es una bue­na mane­ra para que pue­das refle­xio­nar sobre los hechos más rele­van­tes de tu carrera.

La con­tra­ta­ción de un entre­na­dor pue­de ser una de las mejo­res cosas que pue­des hacer para pro­gre­sar en el triatlón (más que cual­quier nue­vo mate­rial o dis­po­si­ti­vo elec­tró­ni­co). El acuer­do es que se paga un entre­na­dor para la orien­ta­ción, el apo­yo y la ren­di­ción de cuentas.

La ren­di­ción de cuen­tas es com­par­ti­da y tan­to tú como tu entre­na­dor tenéis un papel que desem­pe­ñar para hacer que la fór­mu­la funcione.