Hay un momento en que las dudas aparecen en tu cabeza, probablemente porque te sientes fatigado. Este período de fatiga es un componente normal y vital para el cambio fisiológico.
Tabla de Contenidos
Qué hacer cuando aparece la fatiga
Estás afinando tu preparación para tus objetivos principales de la temporada y ves cómo se acerca el gran día. Ahora es el momento en que las dudas comienzan a aparecer en tu cabeza, probablemente porque te sientes fatigado después de algunos entrenos recientes, más exigentes. Este período de fatiga es un componente normal y vital para el cambio fisiológico.
Si has completado por lo menos entre el 70% y el 80% de tu plan de entrenamiento (o de lo que tenías la intención de hacer), el estado de forma óptimo llegará a tiempo para tu carrera.
Ese día mágico, aparentemente igual que cualquier otro, saldrás de casa hacia tu objetivo y de repente te sentirás ligero, en forma y fuerte. Mejorarás algunos registros de los últimos tres meses y lo harás con una frecuencia cardiaca más baja.
No es necesario que pienses en batir el récord mundial en Ironman, sino que lo que tienes que tener en tu calendario es un objetivo que quieras superar. Cuando tengas la fecha de tu próximo reto, lo que tienes que hacer es contar hacia atrás para establecer la fecha en la que empezará tu puesta a punto.
Unos días antes parecía que no estabas a tope, pero gracias a haber realizado una reducción progresiva de la carga de entrenamiento, has podido alcanzar tu pico de forma.
Felicidades: Acabas de dar un salto cualitativo en tu estado de forma
Descubriendo la curva de lactato
¿Qué significa este gráfico en términos de fisiología? Significa que tu curva de lactato se ha desplazado a la derecha y tal vez incluso hacia abajo. Cuanto más larga y más plana sea tu curva de lactato (como el caso del deportista Marathoner en este gráfico) durante más tiempo y a más velocidad puedes permanecer en la zona aeróbica.
Puede recorrer la misma distancia (o incluso más) más rápido y a una frecuencia cardíaca inferior. Esta adaptación es el Santo Grial del entrenamiento de resistencia, y requiere su tiempo.
Para inducir esta adaptación necesitas entrenar consistentemente. Necesitas hacer ejercicio con regularidad y con progresión incorporada. Lo más importante, necesitas tener tiempos de recuperación de calidad, porque la adaptación ocurre cuando descansas.
Relación entre la forma y la fatiga
Sí, la forma sigue a la fatiga, así que debes tener un momento de bajón antes de conseguir tu subidón. Necesitas cansarte, a veces incluso agotarte. Pero no todos los entrenos tienen que ser extenuantes, ésta es la receta para las lesiones y el sobreentreno. Necesitas tener días fáciles y días difíciles, en perfecto equilibrio.
Incluso un duro día de entrenamiento no debería ser imposible.
Sobre todo necesitas un esfuerzo lo suficientemente intenso para que puedas recuperarte de él después de un bloque de ocho a nueve horas de sueño. Si dos días después del entrenamiento todavía te sientes fatigado, entonces necesitas reducir las cargas de entreno para permitir la adaptación.
Esta es la buena noticia: si has seguido un plan de entrenamiento consistente, razonablemente intenso y suavemente progresivo desde el inicio de la temporada, justo ahora es cuando debes empezar a sentir mejorar tu estado de forma.
Una sesión de 4 o 5 horas se hace factible, intervalos de más de 20 minutos ya no son un reto, y puedes comenzar a sentir la progresión ascendente en la que te encuentras. Puedes autofelicitarte porque has avanzado correctamente entre los ”meses de fatiga” y ahora estás listo para el período más importante de la temporada.
La próxima vez que te sientas cansado, recuerda que sirve a un propósito, porque la forma sigue siempre a la fatiga.