La fibra es algo necesario para nuestro organismo. En este artículo miraremos de dar algunas motivos y recomendaciones para que no la olvides en tu dieta:
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La fibra es crucial para la salud intestinal
Aunque suene un poco extraño, tu cuerpo es el hogar de millones de organismos vivos microscópicos. Juntas, estas bacterias, hongos, microbios, y más, conforman tu microbioma. La mayoría de estos microorganismos residen en tu intestino, incluyendo entre 300 y 1.200 tipos de bacterias.
En los últimos años, los investigadores han descubierto que éstas participan en la regulación de cientos de procesos corporales. No sólo incluyen funciones obvias como la digestión y el metabolismo energético, sino también el sueño, la regulación hormonal e incluso la salud mental.
Una revisión publicada en Nutrients concluyó que cuatro de los cinco principales estudios evaluados encontraron una relación entre el aumento de la ingesta de fibra dietética y una mayor diversidad de la microbiota. Sugirieron que esto podría mejorar tu regulación metabólica y, según otras investigaciones, mejorar la eficiencia con la que tu cuerpo está ”cosechando energía, protegiendo contra los patógenos y regulando la inmunidad del huésped”.
La fibra ayuda a estabilizar el azúcar en la sangre
Otra razón para comer más fibra es el impacto que tiene en el metabolismo de la glucosa. Una revisión publicada a través del European Journal of Clinical Nutrition evaluó 34 estudios previos que habían investigado el impacto de la fibra de la avena y la cebada. Concluyó que después de comer cualquiera de los dos granos, la respuesta glucémica de los participantes era menor que la de los del grupo de control, lo que sugiere que la fibra ayuda a mantener estable el azúcar en sangre, incluso después de comer una comida o un tentempié ricos en carbohidratos.
La fibra también puede prevenir enfermedades crónicas relacionadas con el metabolismo de la glucosa. Un estudio publicado en The Journal of Nutrition señaló que un consumo elevado de fibra en la dieta puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 entre un 20 y un 30 por ciento. Los autores especificaron que la fibra insoluble de los cereales y los granos enteros era la que tenía mayor impacto en este aspecto.
La fibra mejora la salud cardiovascular
Otros estudios han encontrado una correlación entre la ingesta de fibra y la reducción de la incidencia de enfermedades cardiovasculares. Un equipo de la Universidad de Warwick, en Inglaterra, escribió que ”existe un efecto beneficioso significativo del aumento de fibra en los niveles de colesterol total”, y otros estudios han demostrado que comer más fibra soluble de fuentes como las judías negras, las coles de Bruselas y los boniatos puede reducir la cantidad de colesterol LDL (el malo) que circula por el torrente sanguíneo.
Un meta-análisis realizado por un dúo de científicos holandeses descubrió que comer más fibra reduce la presión arterial y puede ayudar a prevenir el desarrollo de la hipertensión crónica. Ampliando el objetivo de la investigación, un artículo publicado en The BMJ informó de que ”la ingesta total de fibra en la dieta estaba inversamente asociada con el riesgo de enfermedad cardiovascular y enfermedad coronaria.”
La fibra aumenta la inmunidad
En la última década, el sistema inmunitario se ha convertido en una de las ramas más prometedoras de la investigación sobre la fibra. Investigadores de la Universidad de Illinois sugirieron varias formas en las que el aumento de su consumo de fibra podría reforzar su inmunidad. Entre ellas, ayudar al cuerpo a evitar un estado de inflamación crónica en el que florecen enfermedades y afecciones como la artritis, proteger las células del tipo de toxinas que contribuyen al Alzheimer y otros tipos de degeneración cognitiva, aumentar la producción de sustancias que modulan la respuesta inmunitaria a los virus y patógenos. ”La fibra soluble hace que las células inmunitarias dejen de ser células guerreras proinflamatorias y se conviertan en células pacificadoras antiinflamatorias”, explica a AARP el doctor Gregory Freund, coautor del estudio.
Cómo obtener una buena dosis de fibra
Según un estudio publicado en The Journal of Nutrition, sólo el tres por ciento de los estadounidenses consume suficiente fibra. La buena noticia es que si quieres una forma sencilla de aumentar tu inmunidad, proteger tu sistema cardiovascular y mejorar tu salud intestinal, comer más alimentos ricos en fibra es una victoria fácil. ¿Por dónde empezar? Esto es lo que dijo a Time el doctor Justin L. Sonnenburg, profesor asociado del departamento de microbiología e inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford y autor de The Good Gut: ”Todas las verduras que nos recomiendan comer nuestras madres y las directrices del gobierno, todas ellas están llenas de fibra, de muchos y diversos tipos, y probablemente son la mejor vía para fomentar una microbiota diversa.”