La potencia es un sistema de medición que desde hace poco está empezando a destacar entre los corredores. Nos permite añadir un nuevo parámetro a la recopilación de datos de nuestros entrenamientos y al análisis de estos.
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Uso de la potencia en la carrera a pie
El uso de la potencia se está popularizando cada vez más por las ventajas que ofrece respecto a las otras tres maneras de medición del esfuerzo que tenemos al alcance: la frecuencia cardíaca, el GPS (para medir velocidad y ritmo) y las sensaciones propias del atleta.
En estas tres anteriores observamos que se nos presenta una cierta dificultad para obtener unos datos completamente objetivos de la carrera a pie.
Puesto que la frecuencia cardíaca implica muchas variables (como el calor, la hora del día, el momento de la temporada, etc.) y no permiten obtener un resultado completamente fidedigno.
Por ello, aunque la valoración del entrenamiento realizado vaya de la mano del ritmo indicado por el GPS, este también tiene un alto margen de error por preciso que sea.
El tiempo o el terreno pueden variar los ritmos y hacer de esta una medición poco fiable.
La potencia (que se obtiene de la fórmula: fuerza x velocidad) nos permite extraer datos instantáneos y es una representación muy exacta de la realidad del atleta.
Esta herramienta nos permite definir más concretamente nuestro entrenamiento por intensidad. Podemos descubrir gracias a los medidores de potencia la cantidad de energía que hay en cada una de nuestras zancadas.
Diferencias entre el pulso y la potencia
El pulso y la potencia son dos tipos de mediciones diferentes. La primera se encarga de la frecuencia cardíaca, nos indica el esfuerzo cardiovascular de nuestro corazón.
El pulso es algo incontrolable, puesto que depende de nuestra sistema nervioso autónomo y no es un parámetro que podamos variar a nuestro gusto: tiene cierta autonomía.
Por otro lado, la potencia es indicadora del trabajo mecánico que realizan nuestros músculos. A más alto nivel de trabajo muscular, la potencia será más alta.
La frecuencia cardíaca no es un indicador instantáneo y por ello, en momentos de alta intensidad no llega a mostrar, hasta pasados alrededor de unos 2 minutos, la intensidad a la que realmente se está expuesto con dicha actividad.
Por otro lado, la potencia es un dato instantáneo del esfuerzo muscular y nos indica la intensidad a la que se expone la musculatura, por otro que sea el esfuerzo.
Test FTP para la carrera a pie
Con este test podemos averiguar cuál es nuestro umbral de potencia funcional.
Consiste en estar una hora a la máxima intensidad posible corriendo. Aún así, como en el ciclismo, existen diferentes maneras de hacer el cálculo evitando realizar la prueba durante una hora.
Una manera de hacer obtener tu FTP es con un test de 30 minutos de máxima intensidad, con un previo calentamiento.
Como consiste en hallar el umbral, se toma la media de potencia realizada en los últimos 20 minutos de máxima intensidad. Obteniendo así el umbral de potencia funcional del atleta testado y después aplicando un factor de conversión al valor obtenido en el test.
La potencia es muy interesante en el trail running
Debido a las características de los terrenos, muchas veces no nos es demasiado útil el ritmo de carrera y las pulsaciones tampoco responden a nuestras necesidades.
En el trail running es especialmente interesante incorporar un medidor de potencia en nuestros entrenamientos y competiciones, como unidad de control y medida. En las carreras de montaña se realizan muchas ascensiones y descensos para conseguir llegar a la meta.
En estas pendientes encontramos diferentes y siempre cambiantes porcentajes de desnivel.
Con estos cambios tan rápidos y constantes es difícil intentar mantener un ritmo o pulso constantes, puesto que dependemos del terreno.
Pero, la potencia que va midiendo nuestros pasos nos puede dar indicaciones de cómo estamos aplicando la fuerza y nos puede ayudar a mantener una constancia que no solo dependa de las sensaciones propias.